martes, 28 de diciembre de 2010

Haber si acaba el año ya


Hay días como el de hoy que prefieres no levantarte o que pase lo antes posible, y no lo digo por decir, no señor.
No es una inocentada, pero parece que mi móvil me ha querido gastar hoy varias bromillas.

Una cortando las llamadas cuando le daba la gana, y al final debe ser culpa mía porque le rozo al botón de fin de llamada, y luego otra broma avisándome de que tiene menos de tres euros de saldo, y es que hablo mucho con mi santo porque es una cosa que me viene muy bien todas las mañanas.

Luego además he ido de hospitales a ver a mi abuela que se ha roto el hombro, ¿será posible?, y como es un culo inquieto ya dice que se quiere marchar de allí, y que ella quiere salir a la calle otra vez.

Además a mi señor padre lo despiden hoy con un papel donde no dan ni las gracias por los 40 años de trabajo prestados en lo suyo, y no nos damos cuenta de que ninguno de nosotros tendrá al final de su vida laboral tantos años cotizados.

En fin, menos mal que paso muchas horas durmiendo, que tengo el blog para escribir, y que mañana me voy de compras con mi hermano que es un gran chaval, y que a mi santo se le va curando el enfriamiento. Haber si acaba ya de una vez el año este porque se me está haciendo muuy largo.

3 comentarios:

Ajovin dijo...

Casi todo, son problemas que se resuelven solos, con el tiempo; esa herramienta maravillossa que sirve para curar casi todo.
Tenía un socio que cuando había un problema gordo y lo comentábamos, decía, tranquilos, que no hay solución. Dejarlo sin hacer nada y ya veréis cómo él sólo se resuelve. Era eso si, más mayor que yo, y con más sabiduría para las cosas más importantes, es decir las que emenos podemos mover.

Medranica dijo...

Ya sabes que hay siete vacas gordas y siete vacas flacas. en cuando se pasen las flacas vendran las gordas ya veras.

Miguel dijo...

Buenas.
1º. Haber es A ver. Del verbo Ver.
2º. El año siempre esta cargado de cosas buenas y malas. Lo mejor es quedarse sólo con las buenas, que siempre suelen ser menos, pero más intensas, y siempre mucho más positivas.
Las cosas malas son siempre baches en el camino. Cosas pasajeras que debemos sortear. Cosas que pasan.
Las cosas buenas son las experiencias que metemos en la mochila de la vida. Cosas que guardamos, que nos quedamos. Cosas que duran toda una vida.
Así que, antes de acabar el año, haz un post con todas las cosas buenas, con las pocas y pequeñas cosas que (aunque sean tontas) te has ido guardando en la mochila, te sentirás mejor.