viernes, 24 de diciembre de 2010

Otros vendrán...

Dice el refranero español, amplio donde los haya, que otros vendrán que bueno te harán, y es cierto.

Ya sabeis todos que hasta este año, las navidades me las pasaba vendiendo mantecados, y este año no ha podido ser por un tema de orgullo de la empresa que me contrata.

Yo he estado hablando con algunas promotoras que este año realizan ese trabajo, y la verdad no es por echarme flores, pero yo lo hacía bastante mejor.

Estas nuevas no atienden al cliente, se limitan a pesar el producto que va en las bolsas, y al cliente hay que mimarlo, fidelizarlo, para que vuelva, atenderle, asesorarle y hacer que el producto le entre por los ojos.

Cuando se trabaja de cara al público hay que tener siempre una sonrisa dibujada, aunque por dentro te esté corrompiendo el enfriamiento, o te duelan los pies de estar seis horas de pie.

El trabajo además conlleva tener la mercancía bien presentada, sin huecos, sin amontonar demasiado, y sobretodo no escaquearse de todo. Pero allá cada uno.

De todos modos cuando se contrata a personas que tienen más de un trabajo, hacemos que no den lo mejor en ninguno de los dos empleos porque terminan agotados y hacen más horas que un reloj, sin hablar ya de la gente que dejamos en el paro, sin un empleo, mientras tenemos a otras personas pluriempleadas.

Bueno el caso es que para no colocarme a mí, la empresa a puesto a gente que trabaja en otros sitios y lo hace peor a demás, pero todo es cuestión de salirse con la suya y dejar a la gente que vale en la calle.

Feliz Navidad para todos.

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