Hoy es el día grande, un día señalado para muchos zaragozanos e hispanos en el calendario.
Es un día en el que todos los que prodigamos un fervor por la Virgen del Pilar madrugamos, nos ponemos el traje regional, unos con más arte que otros, porque hay de todo, y salimos a la calle con un ramo de flores y hoy también con paraguas. Pues la lluvia no ha querido perderse el acto.
He pasado delante de la virgen a las 10:30 de la mañana después de casi dos horas de caminata con algunas flores partidas.
Luego he ido a ver a mi abuela que está en una residencia y los abuelicos se han alegrado mucho de verme, y yo me emociono de hacerles felices a ellos.
Los claveles que se me han roto se los he puesto a mis abuelos, ya fallecidos todos en un altar que les hemos hecho en casa, hoy por ser el Día del Pilar, y porque mi abuela se llamaba Pilar, les hemos puesto una vela, una virgen del Pilar, y mis flores.
Hemos aprovechado para felicitar a quienes hoy cumplen años, a mi padrino y a los amigos de toda la vida que han vuelto a esta su tierra después de años en las islas, con ellos podría haber cenado y haberles dado un par de besos, pero sé que tendré ocasión de verles otro rato por mucho que hoy hubiera sido un día especial para compartir con ellos pues hace lo menos 20 años mi amiga y yo pasábamos juntas la ofrenda, y luego estábamos juntas todo el día con nuestras familias.
Un abrazo para todos y al año que viene más flores, más amigos, más recuerdos y a ser posible menos lluvia.
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