miércoles, 28 de abril de 2010

¡¡Horror, mi enemiga la báscula!!

El drama de cualquier mujer es subirse a una báscula de baño, o de farmacia. Es un susto fenomenal el que nos llevamos algunas de vez en cuando.

Admitamoslo, nos gusta comer, es nuestro único vicio, pero los que nos rodean nos quieren como somos con nuestro michelín que da calorcito, y nuestra piel de naranja y esas cosas.

El tipo que inventó la báscula podía haberse dedicado a otra cosa que no fuera amargarnos la vida a las que gastamos una talla 54 de pantalones, porque esa es otra, no hay ropa para personas gruesas.

Esto del engorde es cosa del metabolismo, porque por ejercicio no será, que yo todos los días me hago una hora de bici estática, camino 14 kilómetros dos veces por semana y hago pilates y alguna vez hago ejercicio en la cama (no me entiendan mal, me duermo la siesta).

Yo reconozco que a lo mejor, puede ser, me sobre un par de kilos, no mas eeh, pero también creo que nos pasamos con el culto a la delgadez. habría que preguntar a más de un hombre si prefiere una tia que se le marquen las costillas o una tia fuerte y lustrosa que les levante los muebles y les de calor en la cama en las noches de invierno.

Luego además los médicos que son un pelín pesadicos, nos quieren controlar cada mes lo gordas que estamos como si nosotras no lo supiéramos ya. ¡Al cuerno con los controles dichosos que luego nos amargan el día!.

Nuestros abuelos no se pesaban tanto y estaban muy bien y vivían 100 años oiga, y buenos bocatas de manteca se metían entre pecho y espalda, la leche no era entonces desnatada, los mantecados del pueblo se comían por docenas y alguna vez algo de fruta comerían no te digo que no.

Bueno pues eso, que la gordura es hermosura y que yo me pienso comer para celebrar que me he engordado un bocata de chorizo de aperitivo, y luego un buen plato de fabada, y de postre nada de fruta, si acaso nata con fresas, pero nada de llorar, que los disgustos dan hambre y ya se sabe lo que pasa con el hambre.

2 comentarios:

Medranica dijo...

pues tienes razón pero hay que cuidarse un poco, mas que por estética por salud que también es importante. Aunque a veces cuando estas decaída te de por comer.

Ajovin dijo...

El exceso de peso afecta a la salud.
Está estudiado en varias universidades, tanto por científicos nativos como en esperimentación de laboratorio, y desde hace ya varios siglos además, que un exceso de peso es tan malo para la salud como la peor enfermedad. En las últimas pruebas diagnósticas ha quedado demostrado que a partir de los 200 kilos, una persona ya no puede cortarse las uñas de los pies, lo que las convierte en un peligro claro para los calcetines.