jueves, 29 de abril de 2010

Zapatillas



Hoy he ido a comprarme unas zapatillas para el verano que ya empieza a asomar.
Había de muchos colores y a buen precio. (Dos pares 8 euros). Entro a la tienda, empiezo a buscar mi número y no hay no es que ya se haya vendido, no señor.

Es que el 41 no lo fabrican en algunas tiendas. Sólo venden hasta el 40.

Y piensas... bueno pues unas sandalias, la cosa es llevar fresco el pie, bueno pus todas con tacones o con una suela que yo no puedo llevar porque me hace unas ampollas como monedas de dos euros.

Bien es cierto que tengo que llevar los pies bien sujetos y con no mas de 5 centímetros de tacón así que las zapatillas tienen que ser de cordones y las sandalias planitas y con buena sujección.

Así que entre mis pies que son delicados y los números de los zapatos pues nada de nada.
Este verano pasaré con lo que tengo, que menos mal que algunas sandalias de hace una década aun me caben.

Ya sé que soy muy complicada, pero mi abuela que hace años que ya no está ya llevaba hace dos décadas un 40 de zapato y también tenía dificultad para calzarse.

1 comentario:

Medranica dijo...

¿ eso quiere decir que te pareces a tu abuela? yo que te conozco un poco te digo que si que también ella tenia problemas con los zapatos y con los pies. Pues ya sabes la que a la familia se perece honrar merece