viernes, 9 de abril de 2010

Verse en la calle


Anoche no pude conciliar el sueño hasta tarde.
Cerraba los ojos y me veía saliendo por la puerta de mi casa con los muebles a cuestas sin saber adonde ir.
La cama quedará bien debajo del Puente de Hierro? Pensé.
La librería nogal apenas ocupará espacio en La arboleda de Macanaz.
Para flotar nos hace falta una barcaza grande, casi un transanlantico (o como se diga eso).
Me hace falta amor propio, de ese que ya no me debe quedar en ningún rincón.

Andé por toda la casa, la observé por si era la última noche que dormía entre sus paredes, lloré en todas las habitaciones y creí que tendría que poner fin a muchas cosas.

La mala suerte es algo constante en un mundo de parados, de crisis para una persona que acumula 14 contratos bien termnados o bien con despido, todos de menos de 6 meses, con las malas artes de algunos, que destrozan el alma y a veces el cuerpo, que no te dejan creerte lo que vales.

Me volví a la cama, y caí rendida de tanto pensar, abracé al hombre que duerme conmigo, pensé que le estaba arruinando la vida, que era una egoista, que tendría que irme antes que él de cualquier parte.

Debería remontar, olvidarme de todo lo malo y volver a empezar, pero creo que no puedo.
Sólo aquellos que hayan experimentado con menos de 30 años estas cosas pueden entenderme.
Porque ni los psicólogos me pueden entender.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

pero mujer por que tienes que pensar esas cosas tan rara. Para verse debajo de un puente, primero te tienen que echar de donde estas, y segundo seguro que tienes unos padres que te acogerían con mucho gusto. si no te vienes a mi casa que tengo sitio de sobras,una que piensa en ayudar a los que tienes cerca sin necesidad de irse lejos. Mercedes

Ajovin dijo...

Nunca te verás en la calle, mientras tengas familia. En esos somos árabes.

Jes dijo...

Tienes que empezar a quererte todos los días un poco más, de todo ese amor que me das, guárdate un poco para ti. También veo que separas los despidos de los contratos terminados, ese pequeño porcentaje de positivismo que muestras no lo dejes, (ver el vaso medio lleno te ayudará más que si lo ves medio vacío). Nadie dijo que la emancipación fuera fácil, hay que tener mucha paciencia, para superar los obstáculos. Besos, te quiero.