jueves, 8 de abril de 2010

Padre

Cumplir años no es envejecer, sobretodo cuando se tienen ganas de seguir adelante, por alguna razón que te ayuda a vivir.
A tu edad que no voy a decir, uno tiene ya la libertad de hacer lo que le de la real gana porque para eso se hace adulto.

Tú me has dado la vida, me has enseñado a respirar a pensar, a vivir y a volar, a reir y a soñar.
Sabes lo que me gusta, lo que necesito, lo que siento y lo que no consiento.
Tu vida bien podría ser una novela de esas que escribes, y tus viajes podrían ser mejores que la vuelta al mundo de Fogg.

Tus cuadros podrían ser parte de un museo, y con los libros que tienes podrías llenar una biblioteca.
Tu perro es tu mejor mascota.
Tu santa esposa una fiel compañera de vida.
Tus hijos somos la continuación de tus raíces.
Tu yerno el que llegó para aumentar la familia.
Y tú eres parte de todos nosotros porque sin ti nuestra vida sería totalmente diferente.

Cumplir años es ir arrancando páginas, avanzar por el camino de la vida, con más o menos baches, es madurar, crecer, vivir, pensar... pero nunca envejecer porque nadie se hace viejo mientras el alma tiene ganas de seguir adelante, aunque la cara esté llena de arrugas, el pelo cano, y tu edad tuviera tres cifras.

Mi padre siempre ha sido mucho padre, y un hombre del que puedes aprender cualquier cosa, porque es el ejemplo de que sin estudiar, sólo con empeño, se puede ser el mejor de la clase de la vida.

1 comentario:

Ajovin dijo...

Lo importante es sentirte bien. Esto es fundamental. Y nada fácil.
Gracias a quienes han creído en mi, que no han sido tantos, pero intensos.
En la vida de lucha diaria, lo normal es rodearte de guerreros con ganas de pelea y pocas de agradecer o de ser agradecido.
Es muy duro ascender, muy duro estar arriba pues los que están contigo son duros y los que están abajo te ven sólo los pies.
Gracias. ahora me toca descansar y esconderme.